En la conferencia de prensa vespertina del 8 de mayo de 2020, Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la CDMX, explicó, respecto a reportajes e informes que señalaban que la tasa de mortalidad por COVID-19 en la Ciudad de México es mayor a la reconocida por las autoridades, que en estricto apego a Lineamientos Técnicos, un comité de especialistas científicos determina si los fallecimientos derivados de sintomatología ligada al nuevo coronavirus están asociados o no con la enfermedad. De estarlo, estos se reportan, de manera diaria, al gobierno federal, como lo hacen todas las entidades, para su correcta integración. El proceso es tardado y por tanto puede haber subregistro, pero es transparente en su metodología y por tanto las cifras no subestiman el fenómeno. Asimismo, señaló que se vigila permanentemente el número de pacientes intubados y no intubados por medio de la red de monitoreo de la Secretaría de Salud y la coordinada por el IMSS, ISSSTE y los hospitales de la ciudad.
Por su parte, en la conferencia del 27 de mayo de 2020, Hugo López-Gatell, Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, explicó cómo es el proceso de notificación de un deceso por COVID-19. Cuando ocurre una defunción por esta causa, en las unidades hospitalarias donde ocurre la muerte o incluso si ocurre fuera de ellas como, por ejemplo, en el domicilio del enfermo, el deceso debe ser certificado por un comité para emitir un certificado. Si se trata de una persona con síntomas de COVID-19 y se le pudo tomar una muestra de secreciones respiratorias para diagnóstico por laboratorio, lo deseable es tener el resultado antes de que fallezca -el resultado generalmente se procesa en 24, 48 y hasta 72 horas- para así poder registrar la muerte como infección por SARS-CoV-2. Un segundo escenario es que, aunque una persona fallezca, si se le tomó una muestra útil para diagnóstico por laboratorio previo al deceso y, aún que al momento en que fallece no se conoce todavía el resultado, el certificado se emite de manera inmediata y corresponde poner como causa probable COVID-19. Un tercer escenario, común en fase 3, es que la persona llegue demasiado tarde al hospital y fallezca tan pronto como llegue o incluso antes. Cuando esto ocurre y a la persona no se le tomó una muestra útil para laboratorio, el procedimiento de vigilancia contempla la posibilidad de que aún después de fallecida la persona, pero de manera inmediata, se tome una muestra. Sin embargo, en ocasiones esto no es posible por la intensa actividad de los hospitales y la gran cantidad de pacientes a atender. Entonces, la persona se queda sin diagnóstico y no puede ser parte de la estadística oficial. Finalmente, señaló que todos los datos provienen de los estados y el gobierno federal no genera ningún tipo de información sobre la situación epidemiológica. La responsabilidad del gobierno federal, de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana para la Vigilancia Epidemiológica 017, es solo integrar, analizar, interpretar y comunicar la información del monitoreo epidemiológico generada en las entidades federativas.
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