En la conferencia de prensa vespertina del 23 de diciembre de 2020, el Dr. Hugo López-Gatell, Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, explicó que, ante el arribo del primer lote de vacunas contra la COVID-19, comenzaba una nueva etapa en el manejo de la emergencia sanitaria. En este sentido, señaló que México se encontraba entre los 10 primeros países que lograron tener el reactivo, que era el cuarto país en haberle dado un registro de autorización de uso de emergencia a la vacuna de Pfizer y BioNTech, y era el primer país de América Latina que comenzaría su aplicación. De acuerdo con ello, se informó que cada semana llegarían lotes provenientes de la planta de la farmacéutica en Bélgica que irían aumentando en cantidad conforme se ajustaran los procesos para calibrar la logística de traslado, refrigeración y distribución. Específicamente, sobre la cadena de ultracongelación necesaria para mantener los reactivos en buen estado, explicó que Pfizer colaboró en el traslado utilizando equipo propio que, a partir del uso de hielo seco y un chip de vigilancia, monitorea la geolocalización de los paquetes y su temperatura de manera continua. De esta manera, se esperaba que con ese primer lote se vacunaran a poco más de 3000 trabajadores de la salud de primera línea, identificados a partir de un registro de las propias instituciones, incluyendo residentes, enfermeros y camilleros, correspondientes a distintas instituciones del sector como la propia Secretaría de Salud, los Institutos Nacionales de Salud y los servicios médicos de PEMEX.
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