Marco Internacional de Competencias de Protección de Datos Personales para Estudiantes

Entendiendo el entorno digital - Aspectos económicos

La Comisión Económica para la América Latina y el Caribe (CEPAL), organismo regional adscrito a la Organización de las Naciones Unidas, en el texto Economía Digital para el cambio estructural y la igualdad[1], al hablar de la economía digital, establece lo siguiente:

 

a)  La economía digital está constituida por la infraestructura de telecomunicaciones, la industria de las tecnologías de información y comunicaciones y la red de actividades económicas y sociales facilitadas por Internet, la computación en la nube y las redes móviles, las sociales (véase Figura 1.1).

b) Consta de tres componentes principales:

1) las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación), que se refiere a toda la tecnología utilizada para manejar las telecomunicaciones, los medios de difusión y los sistemas inteligentes;

2) los usuarios, quienes representan la dinámica económica, refiriéndose a personas o instituciones; y

3) la infraestructura de redes de banda ancha que permite la conexión entre las TICs y los usuarios, la industria de aplicaciones TIC y los usuarios finales.

c) El acceso está determinado por la infraestructura de redes. Las TIC abarcan el desarrollo de software y hardware, así como los modelos de negocios y los procesos analíticos de conocimientos. Por último, los usuarios, empresas y, gobiernos son quienes demandan los servicios y utilizan las aplicaciones.

La cantidad de información en el mundo está creciendo precipitadamente y para el funcionamiento de Internet tal como se conoce hoy en día, es necesaria la intervención de diferentes actores clave como son[1]:

Operador de comunicaciones

Es la empresa de telecomunicaciones que facilita la infraestructura, por ejemplo, una empresa que se encarga de instalar la red telefónica en una empresa o en los hogares. En el caso de México, Telmex es un ejemplo.

Proveedor de la conexión a Internet

Es la empresa que facilita al usuario el servicio para su conexión a Internet. Su infraestructura para brindar el servicio debe estar conectada permanentemente y disponible veinticuatro horas al día y siete días a la semana para garantizar la disponibilidad del servicio al usuario, por ejemplo, cuando la empresa o una familia contrata a un proveedor para que la red instalada cuente con acceso a Internet.

Un ejemplo es la empresa izzi.

Proveedor de contenidos

Es quien desarrolla y/o vende contenido en forma de servicios, productos o sólo información para los usuarios. El proveedor de contenidos en la nueva economía digital proporciona artículos tales como videos, música digital, guías electrónicas de viajes y software.

Por ejemplo, que la empresa o una familia contrate los servicios de plataformas de videos (YouTube) o de música (Spotify).

Usuario

Es quien se conecta a Internet y en definitiva paga por sus servicios (operadora de telecomunicaciones, proveedor de la conexión a Internet y en algunos casos al proveedor de contenidos).

Tratamiento de datos personales en los sistemas para comercializar productos y ofrecer servicios

En la actualidad existen diversos modelos de negocio para comercializar productos y servicios en Internet[1]:

Un problema persistente es la comercialización o explotación económica de los datos que se allegan los gigantes de internet[1], que se promueven con una gratuidad aparente, atrayendo a los usuarios que ponen a su disposición información personal, sin conocer el alcance de la autorización del uso que hay de por medio. Los datos recolectados son objeto de comercialización de manera que se financia el acceso gratuito a sus servicios con la venta de los datos personales inscritos por los usuarios, que son utilizados posteriormente para ofrecer publicidad personalizada o dirigida.

Algunos de los mecanismos que son utilizados en la actualidad para comercializar productos y ofrecer servicios son:

  • Tarjetas de lealtad
  • Publicidad dirigida a través de cookies
  • Creación de cuentas de usuario para tener acceso a los servicios
  • Suscripción a boletines
  • Perfiles de usuario personalizados

Para reforzar este tema se sugiere realizar la Actividad 6  y Actividad 7.

[1] Disponible en: https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/derecho-informacion/article/view/10823/12926

Tratamiento de datos personales en Internet

Al realizar actividades diarias usando Internet, se deja evidencia digital sobre cada una de las acciones realizadas durante la navegación. El siguiente gráfico (véase Figura 1.2) representa un comparativo entre los años 2018 y 2019 que muestra todo lo que ocurre en un minuto en los principales sitios y servicios de Internet. Es evidente la gran cantidad de información que circula diariamente y que incluye datos personales que los usuarios proveen a través de diferentes servicios; por ejemplo, se facilitan datos personales en el momento en que se realiza un registro para el alta en algún portal de compra en línea, cuando se publica en los perfiles de redes sociales, al utilizar el servicio de correo electrónico, en los sistemas de mensajería instantánea.

Algunos de los datos personales que de forma cotidiana se comparten en Internet son:

  1. Nombre y apellidos
  2. Dirección de correo electrónico
  3. Fotografías
  4. Datos de ubicación
  5. Fecha de nacimiento
  6. Domicilio

Cuando se proporciona información personal en Internet, es necesario que, previamente, se conozca el nivel de seguridad que ofrece el sitio que la solicita, debiendo en su caso solo compartir aquellos datos personales que sean exclusivamente necesarios para la finalidad con la que están siendo recabados. Es importante saber qué uso se hará de los datos personales proporcionados, por lo que se recomienda leer el aviso y/o la política de privacidad, que debe estar disponible en el sitio web.

En la actualidad, las aplicaciones, como los buscadores, las redes sociales o el servicio de correo, son herramientas poderosas y valiosas en la sociedad de la información, pero su uso implica nuevos riesgos que es fundamental conocer para implementar medidas que protejan la información y los datos personales.

A continuación, se presentan algunas recomendaciones para el tratamiento de datos personales en Internet[1]:

  1. Siempre que se proporcionen datos personales, se debes ser consciente de a quién se comparten y con qué finalidad.
  2. Revisar con detenimiento el aviso o política de privacidad para conocer que uso harán de la información personal.
  3. Leer y analizar con atención los términos y condiciones sobre el uso de datos personales.
  4. Desconfiar si los datos que se solicitan son excesivos o innecesarios para la finalidad con la que se obtienen.
  5. Utilizar siempre las últimas versiones de los programas o navegadores.
  6. Utilizar medidas de seguridad para proteger los datos personales de pérdidas, robo, mal uso o modificación no autorizada.
  7. Considerar y respetar la edad mínima establecida para ser usuario de una red social y/o, en su caso, configurar la privacidad de los perfiles de redes sociales. El INAI ha elaborado la Guía para la configuración de privacidad en redes sociales[2], que puede ayudar a proteger la información personal que se comparte.
  8. Si se realizan compras o transacciones en línea, verificar la autenticidad del sitio y sus medidas de seguridad previo a compartir cualquier tipo de información.
  9. Evitar revelar información personal como fotografías, domicilio, propiedades, compras, lugares de diversión o cualquier otro dato que pueda poner en riesgo a la persona, a su familia o a sus amigos.
  10. Abrir y contestar solo los correos electrónicos de gente que conocida.
  11. Rechazar a cualquier desconocido que quiera realizar contacto a través de Internet.

Para reforzar este tema se sugiere realizar las Actividad 8.