La nueva estrategia de Gobierno Abierto Local en el 4to Plan de Acción de México

Joel Salas Suárez

Comisionado del INAI

Twitter: @joelsas

 

Tras un escándalo de espionaje digital ilegal contra activistas, periodistas y defensores de derechos humanos que participaron en la construcción de Planes de acción de gobierno abierto de México ante la Alianza para el Gobierno Abierto (AGA). el Núcleo de Organizaciones de la Sociedad Civil (NOSC) tomó la decisión de salir del Secretariado Técnico Tripartita de nuestro país, provocando que el ejercicio nacional de gobierno abierto se suspendiera y que con esto México perdiera credibilidad y liderazgo ante la comunidad internacional que trabaja en pro de la apertura, la rendición de cuentas y la transparencia.

Por fortuna, después del ejercicio democrático de julio de 2018 y con la nueva administración federal, los trabajos retomaron curso y se lleva a cabo la investigación penal correspondiente para   evitar la repetición de episodios como el mencionado. y se estableció una hoja de ruta  para elaborar una política de prevención y control de esta problemática basada en el dialogo abierto y plural.

También comenzó el proceso de construcción colaborativa del Cuarto Plan de acción nacional de Gobierno Abierto 2019-2021 ante la AGA, el cual se caracteriza por su naturaleza participativa y su construcción de abajo hacia arriba. Se amplió el Núcleo de organizaciones de la sociedad civil y se comenzó con una consulta pública digital y en campo en torno a los 3 ejes temáticos del Plan Nacional de Desarrollo y en la cual participaron más de 1,100 personas. Los resultados fueron discutidos en mesas de cocreación para decantar compromisos preliminares. Se concluyó con la definición de hojas de ruta para el cumplimiento de cada compromiso en las que se clarifican las temporalidades y los responsables para llevar a cabo las acciones necesarias. Los trabajos dieron como resultado 13 compromisos que fueron presentados públicamente el 10 de diciembre de 2019: El proceso de construcción ofrece garantías porque se logró que cada ruta de acción defina tiempos de cumplimiento y responsables tanto en el servicio público como en otros sectores como la sociedad civil y la academia.

Entre los 13 compromisos definidos, algunos fueron propuestos proactivamente por el gobierno federal y el INAI. Quiero referirme a uno en específico que propuso el INAI para hacer sinergia entre los trabajos que ya se desarrollan desde 2015 con la Estrategia Cocreación desde lo local y la perspectiva de derechos humanos plasmada en el Plan de acción nacional. El compromiso se refiere a una Estrategia nacional cuya finalidad sea articular las agendas federal y local de gobierno abierto que permita avanzar hacia la consolidación de un Estado Abierto en México, a partir de las experiencias acumuladas tanto en el plano federal como en los gobiernos estatales.

Este compromiso está diseñado para resolver interrogantes que nos hemos planteado desde 2015 que se inició: ¿de qué sirve una buena experiencia local si no se difunde y replica? ¿Por qué desperdiciar buenas prácticas locales que pueden inspirar el cambio a nivel nacional? El gobierno abierto comienza en las puertas qué están a nivel de calle, no en las ventanas que se abren en los pisos más altos. Es en el plano local donde el gobierno abierto encuentra su cauce natural para mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía y donde comienza la resolución de los grandes problemas nacionales. La Estrategia de Cocreación desde lo local fue convocada por el Sistema Nacional de Transparencia, en el que confluyen todos los organismos garantes de transparencia de México, y se ha implementado con base en un Modelo de Gobierno Abierto y diversas guías facilitadoras de procesos. Hasta ahora 30 estados ya se han sumado al llamado, existen 19 Planes de acción locales y 131 compromisos. También contamos con una Métrica de Gobierno Abierto que nos da el pulso de los avances en materia de transparencia y participación ciudadana hasta el nivel municipal.

Ya es tiempo de aprovechar esta experiencia, el impulso del cambio de gobierno y de la AGA para institucionalizar una estrategia en todo el país que, además incluya otros poderes de gobierno para conformar un verdadero Estado abierto. Queremos ir más allá de abrir puertas, queremos que entren ciudadanos con dudas e inquietudes y salgamos con soluciones cocreadas que mejoren la vida de todos. Por eso, los niveles y poderes nacionales y locales deben trascender las relaciones jerárquicas, deben dialogar y trabajar en equipo. Lo pueden hacer gracias al gobierno abierto. Los esfuerzos aislados serán integrados y se incentivará el involucramiento de aquellos estados y municipios que no han participado.

La hoja de ruta para implementar la Estrategia subnacional de gobierno abierto del Cuarto plan de acción de gobierno abierto establece tres acciones clave que respetan estrictamente el marco federal mexicano. Primero, elaboraremos un diagnóstico de las condiciones de apertura institucional a nivel local para retroalimentar la experiencia nacional con las locales y viceversa. Luego crearemos un espacio de coordinación nacional para el desarrollo de acciones federales y locales. Finalizaremos con la socialización del modelo de articulación de agendas de gobierno abierto en México y metodología para la construcción del siguiente Plan de acción. Se definieron responsables tanto gubernamentales como de la sociedad civil, indicadores y fechas específicas para rendir cuentas claras sobre los avances. Por parte del gobierno, seremos responsables la Secretaría de la Función Pública y el INAI, organismo garante de transparencia a nivel nacional. Por parte de la sociedad civil organizada serán responsables GESOC, Agencia para el Desarrollo y Nosotr@s por la democracia.

A diferencia de lo que sucedió en el pasado, el Cuarto Plan de acción de gobierno abierto de México ante la AGA cuenta con garantías para que cada compromiso se cumpla, así como para referenciar los avances o los retrocesos. El compromiso de la Estrategia nacional de apertura gubernamental y el resto tienen hojas de ruta con temporalidades y responsables en materia de sociedad civil y gubernamental. Ciertamente, existen algunos desafíos que deben convertirse en áreas de oportunidad.

  1. Invitar a los poderes judiciales y legislativos a trabajar de manera conjunta para construir una verdadera lógica de Estado Abierto.
  2. Generar evaluaciones de impacto para asegurar que los compromisos locales exitosos y que serían replicados a nivel federal, logren transformar realidades de manera concreta.
  3. Asegurar la existencia de un espacio cívico seguro que promueva y garantice las libertades de los ciudadanos para trabajar y crear soluciones a las problemáticas existentes.

Si algo hemos aprendido es que el gobierno abierto no es un fin, es un medio para hacer efectivo los derechos de todas y todos, y una de las mejores puertas hacia una vida mejor.


Artículo publicado el 20 de diciembre de 2019, en la Tercera edición del Boletín Abierto

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